Un Corazón Agradecido

Meditando en la bondad de Dios para mi vida y la vida de mi familia durante este tiempo de pandemia. He experimentado diferentes emociones y sentimientos con eventos que han sucedido a familiares cercanos, amigos y hermanos en la fe. He constatado la fidelidad y el poder de Dios sanando de enfermedad a unos y también me ha tocado ver partir a otros. En ambos casos no solo yo he intercedido por ellos,  lo ha hecho también la iglesia o amigos en la fe de otras iglesias. He escuchado historias de personas jóvenes que en  tres días fallecen ó amigos que han sufrido un accidente estando en misiones y partieron con el Señor, también he escuchado historias de personas de la tercera edad recuperándose después de ser intubados por COVID. O de un bebe que nace prematuro debido al COVID que contrajo su mamá y ahora está luchando por su vida y cada  vez que recibimos noticias constatamos la fidelidad de Dios y el poder de la oración.

Por mi mente pasan muchos pensamientos de lo justo o injusto que esto puede ser, lo único que sé es que Dios tiene todo en control y puede sonar a cliché, pero hay cosas inexplicables que solo él sabe los porqués. En Job 14:5 leemos “Los días del hombre ya están determinados; tú has decretado los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar”. 

Por otra parte he platicado con compañeros de trabajo que tienen miedo a contraer COVID en está tercera oleada y que las cosas se salgan de control. Y sobre las vacunas he escuchado diferentes posicionamientos al respecto.

Existen muchos factores en este tiempo que nos están robando la paz. Pero a pesar de eso debemos tener un corazón agradecido para con Dios.

En 1 Tesalonicenses 5:16-18. leemos ”16 Estén siempre gozosos. 17 Nunca dejen de orar. 18 Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.”

En 1 Samuel 7:12 dice:  “Eben-ezer, diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová.” 

Meditando en los versos de 1 de Tesalonicenses 5:16-18 Me preguntaba ¿Realmente estoy o soy  agradecido con Dios ? ¿Realmente me gozo en Él a pesar de los problemas? ¿Se que el gozo del Señor es mi fortaleza, pero realmente lo he o lo estoy experimentando? 

Decidí comenzar a practicar la gratitud algo tan sencillo que omitimos en muchas ocasiones en nuestra vida diaria con los demás y con Dios.

¿Qué es la gratitud?

La gratitud se define como un sentimiento de aprecio y valoración por las acciones que otros hacen a favor nuestro.

Aunque la gratitud no debería ser sólo la respuesta a un favor recibido de otra persona. La gratitud debería convertirse en un hábito a integrar en nuestra vida diaria. Cuando somos agradecidos mejoramos nuestra conexión con el resto de las personas, además de nuestra capacidad de ver el lado positivo de todas las situaciones y sucesos de nuestra vida.

No podemos imaginarnos que algo tan sencillo como agradecer puede traer a la vida de las personas bendición y las empodera para seguir ayudando a otros, trabajando con buena actitud, fomentando la unidad de grupo o equipo, etc. 

Muchas personas se sienten frustradas o lastimadas porque nunca alguien les ha agradecido por algo o reconocido por algo. 

En casa mi esposa disfruta mucho cuando le agradecemos por la comida, la cual  le llevó mucho tiempo preparar; escuchar el agradecimiento de mi esposa hacia mi. por proveer y cuidar de la familia, me estimula y me hace esforzarme aún más por su bienestar. Y decirlo se escucha fácil y sinceramente en lo personal se me olvida hacerlo.

Y qué tal el área laboral. ¿Cómo afecta tener una cultura de gratitud en una organización?

El agradecimiento dentro de la organización, lo puede poner en práctica cualquier jefe, líder o compañero, no precisa planificación, se puede hacer a diario, crea un especial efecto y genera un ambiente de trabajo positivo. Pero además tenemos otro tipo de agradecimiento que consiste en un reconocimiento organizado y planificado por parte de la empresa hacia aquellos trabajadores que han logrado objetivos tangibles.

¿Qué beneficios puede aportar a la cultura de la empresa tener una buena política de agradecimiento?

  • Refuerza los valores y comportamientos dentro de la cultura organizacional de cada empresa.
  • Incentiva a un buen rendimiento en un buen clima laboral.
  • Potencia las habilidades de los empleados y la productividad general de la compañía.
  • Fortalece la comunidad, muestra valoración y aprecio por parte de la compañía y crea un clima laboral adecuado.
  • Impulsa al trabajo bien hecho.
  • Fortalece relaciones reconociendo y valorando la entrega de las personas.

Tener una cultura de gratitud en la organización evita tener personal con sentimientos tales como: 

  • Inconformidad.
  • Infeclidad.
  • Rechazo
  • Fracaso
  • Envidia.
  • Exclusión.

En otro ámbito, ¿Qué dice la biblia acerca de tener un corazón agradecido?

1 Tesalonicenses 5:16-18. leemos ”16 Estén siempre gozosos. 17 Nunca dejen de orar. 18 Sean agradecidos en toda circunstancia, pues esta es la voluntad de Dios para ustedes, los que pertenecen a Cristo Jesús.”

Para un hijo de Dios el ser agradecido, es reconocer el favor que Dios nos extendió a través de su hijo Jesucristo. La palabra traducida como «gracia» en el Nuevo Testamento proviene de la palabra griega charis, que significa «favor, bendición o bondad». Todos podemos extender la gracia a los demás, pero cuando la palabra gracia se usa en relación a Dios, adquiere un significado poderoso. La gracia es que Dios nos escoge para bendecirnos en lugar de maldecirnos, a pesar de que nuestro pecado lo merece. Esta es su bondad para los pecadores. Efesios 2:8 dice, «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros»

Cuando vamos a la Palabra de Dios nos damos cuenta o se nos revela que practicar la gratitud es una actitud de un corazón que alaba a Dios y cuando entendemos esta verdad hacemos de la gratitud un estilo de vida. La gratitud produce alabanza y adoración en el corazón del hombre Lucas 17:11-19.

Diez leprosos son limpiados

11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.

12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos

13 y alzaron la voz, diciendo: !Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!

14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.

15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,

16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.   

17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?

18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?

19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

El Samaritano regresó con una actitud de gratitud en su corazón y eso lo llevó a glorificar y adorar a Dios. 

NOTA: (En tiempos de Jesús, los Samaritanos eran  miembros de una secta religiosa establecida en los alrededores de las antiguas Siquem y Samaria. Los seguidores de esta secta tenían ciertas creencias muy diferentes de las del judaísmo, Jn 8:48.) Jesús recibió agradecimiento de un extraño, el relato no lo menciona pero imagino que algunos de los 9 leprosos sanados entre ellos había judíos.

El corazón ingrato no reconoce las misericordias de Dios. Más el corazón agradecido halla continuamente alguna de sus bendiciones.

Una persona ingrata no alaba a Dios en los tiempos difíciles, su alabanza siempre estará condicionada a un sentimiento, o sea solo le da gracias a Dios cuando todo está bien. 

 Lo contrario de la gratitud es la ingratitud y cuando la ingratitud llega a nuestras vidas es porque hemos dejado de ser agradecidos. 

La ingratitud causa murmuración, cuando alguien no está agradecido contigo con todo el favor que le extiendes a cada momento, no te sorprenda que hable de ti a tus espaldas. El pueblo de Israel era un ejemplo de esto, ellos murmuraban contra Dios a cada momento Éxodo 16: 7-9 por eso tentaron a Dios mucho tiempo Hebreos 3:8-9. Actualmente nos damos cuenta que tanto creyentes como no creyentes, tentamos a Dios a cada momento, hemos visto el favor de Dios en nuestras vidas y aun así no somos agradecidos. Algunas actitudes que revelan falta de gratitud en nuestras vidas son las siguientes:

  1. Murmuración quejas constantes delante de Dios y los demás.
  2. Auto suficiencia  muchos dicen que todo lo que han logrado en la vida es causa de su propio esfuerzo. (2 Timoteo 2:19-21)
  3. Incredulidad cuando no agradecemos a Dios en los tiempos de dificultad es porque no creemos que vendrán mejores temporadas.
  4. Dureza de corazón o corazón insensible el ingrato nunca amará a aquel que le extiende el favor, por eso cuando el ingrato es desfavorecido de tu parte, dirá que eres la peor persona del mundo.
  5. No es bondadoso el ingrato no da por gracia lo que por gracia recibió, total nunca lo vio como un favor de Dios (Mateo 10:8). El que es agradecido con Dios siempre extiende el favor a los demás.

Deberíamos estar agradecidos porque Dios es digno de nuestra gratitud. Lo justo es darle el crédito por «toda buena dádiva y todo don perfecto» que nos da (Santiago 1:17). Cuando estamos agradecidos, nuestro enfoque ya no está en nuestros deseos egoístas o en el dolor de las circunstancias actuales. Expresar la gratitud, nos ayuda a recordar que Dios está en control. Entonces, la gratitud no sólo es conveniente, sino que es saludable y beneficiosa para nosotros. Nos recuerda la visión más amplia de que pertenecemos a Dios, y que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3). Realmente, ahora tenemos una vida abundante (Juan 10:10), y la gratitud es una actitud del corazón.

Oración:

  • Padre te doy gracias por todo lo que has hecho, por lo que haces y por lo que harás por mí y en mi.
  • Gracias por tu hijo Jesucristo quien murió por mí en la cruz por mis pecados.
  • Gracias porque Jesús resucitó de la muerte derrotando a quien tenía el dominio de la muerte.
  • Gracias por tu Espíritu Santo, el consolador que vive en mi.
  • Gracias porque ahora soy tu hijo.
  • Gracias por tus promesas que son en el Si y en él Amén.
  • Gracias por tu protección, por tus cuidados, gracias por la creación que gime por su redención.
  • Gracias por tu palabra que es viva y eficaz. Es como una espada de dos filos; penetra hasta partir mi alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones de mi corazón.
  • Gracias porque tus misericordias son nuevas cada mañana.
  • Padre, gracias por la familia que tengo en la iglesia.
  • Gracias por mi esposa (o), gracias por mis hijos son una bendición.
  • Gracias porque no ha faltado pan, ni vestido, ni techo, tu eres un Dios fiel, un padre amoroso que vela por mí y por mi familia.
  • Gracias Dios por el trabajo que me das, por mis compañeros, por mis jefes, bendicelos, y permíteme ser luz en medio de mi lugar de trabajo.
  • Gracias porque vivo en un país donde aún tenemos libertad de creencias, gracias por sus autoridades y gobernantes, bendícelos, que ellos conozcan de ti, hazlos sabios para administrar los recursos que les has dado para que este país sea próspero gracias a ti.
  • Hay tantas cosas por que agradecer toma unos minutos y le pido al Espíritu Santo que traiga a tu corazón aquellas cosas por las cuales estás agradecido con Dios.
  • También si tu te sientes lastimado u ofendido porque tu haces tu mejor esfuerzo en casa, en tu matrimonio, con tus hijos, en el trabajo, etc. y nadie te agradece por ello, pido al Espíritu Santo que sople sobre ti y vierta su bálsamo para sanar tus heridas, viene perdón a tu vida y perdonas a aquellas personas que no han sido ingratas y te han causado heridas en tu corazón. También te pedimos perdón Dios porque al sentirnos ofendidos hemos entorpecido la labor en el trabajo, en casa, en la iglesia, en nuestra propia vida autosaboteandonos.

Señor que mi corazón esté lleno de gratitud en cualquier temporada de mi vida, transforma mi corazón, quita de mí el corazón duro o insensible, quiero tener un corazón agradecido para ti.

Gracias Padre.

Influencias Seductoras 2 De la razón al corazón

Bienvenidos a De la razón al corazón. Les habla José Rubén Campos. Esta es la segunda parte de “Influencias Seductoras”. En el episodio anterior expuse como somos influenciados en la actualidad por los medios de comunicación y por las iniciativas gubernamentales con ideologías  que están llevando a la sociedad a pasar los límites “conocidos”. En este episodio explicaré a mi consideración los movimientos que diariamente ejercen influencia en nuestra sociedad.  — Send in a voice message: https://podcasters.spotify.com/pod/show/delarazonalcorazon/message
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